Historia de la Imagen de Jesús Misericordioso

Este texto corresponde a las notas del primer cuaderno, punto 3:
[3] Durante su estancia en Vilna Sor Faustina recibió de su confesor la recomendación de poner por escrito sus vivencias interiores. Preguntado por la Congregación ¿por qué Sor Faustina escribió el Diario?, su confesor, Padre Miguel Sopocko contestó: "En aquel entonces yo era profesor del seminario y en la facultad de Teología de la Universidad ‘Stefan Batory’ de Vilna. No tenia tiempo para escuchar sus largas confidencias en el confesionario, le recomendé de escribirlas en un cuaderno y dármelas a leer de vez en cuando. Así nació el Diario" (Carta del Padre Sopocko del 6 de marzo de 1972). Además de la orden del confesor, en muchas paginas del Diario Sor Faustina menciona una orden clara de escribir el Diario, hecha por Jesús Mismo (ver Diario, 372, 459, 895, 965, 1160, 1457, 1665 y otros).
El 22 de febrero de 1931, durante su estancia en Plock, Sor Faustina recibió la orden de Jesús de pintar su imagen según el modelo que le fue mostrado (ver Diario, 47). Intentó cumplir esta orden, pero sin conocer las técnicas pictóricas, no pudo realizar la obra. Sin embargo no renunció a la idea de pintar la imagen. Volvió a ella buscando la ayuda de las hermanas y de los confesores (Archivo de la Postulación de Sor Faustina – Recuerdo).

En 1933, cuando Sor Faustina llegó a Vilna, su confesor, el Padre Sopocko propuso al pintor Eugenio Kasimirowski pintar la imagen según las indicaciones de Sor Faustina. Hasta 1988 el apellido del artista venía citado erróneamente como Kazimirowski (ver el “Diccionario de Artistas Polacos y Extranjeros que trabajaron en Polonia” de Janusz Derwojed Ossolineum, t. III, 1979). La imagen fue terminada en junio de 1934 y colocada en el pasillo del convento de las Hermanas Bernardas junto a la iglesia de San Miguel en Vilna, donde el Padre Sopocko era rector.

En 1935, durante las celebraciones con motivo de la clausura del Año de Jubileo de la Redención del Mundo, la imagen de la Divina Misericordia fue trasladada a Ostra Brama, y ubicada en lo alto de un ventanal, para que se viera desde lejos, y estuvo allí desde el 16 hasta el 28 de abril de 1935. El 4 de abril de 1937, con la autorización del metropolitano de Vilna, arzobispo Mons. Romualdo Jalbrzykowski, la imagen fue bendecida y colgada en la iglesia de San Miguel de Vilna.


En 1941 por iniciativa del mismo arzobispo fue convocada una comisión de expertos para evaluar la imagen. La comisión declaró que la imagen de la Divina Misericordia pintada por Eugenio Kazimirowski representaba importantes valores religiosos y artísticos.

En 1942, por encargo de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, el artista Estanislao Batowski pintó en Lvov otra imagen de la Divina Misericordia que fue colocada en la capilla de la Congregación en Varsovia, en la calle Zytnia 3/9. Durante la insurrección de Varsovia la capilla y con ella la imagen fueron consumidas por el fuego. Como la imagen pintada por Batowski gustó mucho, la Superiora General de la Congregación encomendó al artista pintar otra para la capilla de Cracovia.

Mientras tanto a la casa cracoviana de la Congregación se dirigió el pintor Adolfo Hyla con la propuesta de pintar un cuadro como voto por haberse salvado en la guerra. La Superiora, Madre Irene Krzyzanowska y el Padre José Andrasz (director espiritual del alma de Sor Faustina de Cracovia) le dieron una estampa de la Divina Misericordia -reproducción de la copia de la imagen de Kazimirowski- así como una descripción de la visión de Sor Faustina. El trabajo iniciado en noviembre de 1942 fue terminado en marzo de 1943. El 7 de marzo de 1943 la imagen de Jesús Misericordioso de autoría de A. Hyla fue bendecida con solemnidad en la capilla por el Padre J. Andrasz.

El 6 de octubre de 1943 llegó también el cuadro de Batowski. Surgió, entonces, un problema: ¿cuál de las dos imágenes había de quedar en la capilla? El asunto fue solucionado por el cardenal Adan Sapieha durante su inesperada visita. Al ver las dos imágenes dijo: Dado que el señor Hyla ha pintado el cuadro como voto, que quede en la capilla de las hermanas.

Resultó, sin embargo, que la imagen de A. Hyla no cabía en el altar donde se la colocaba para celebrar oficios a la Divina Misericordia. Entonces la Superiora de la casa, Madre Irene Krzyzanowska pidió a este mismo artista otra imagen de Jesús Misericordioso, de tamaño y forma adecuados al nicho del altar lateral. El primer domingo después de Pascua, 16 de abril de 1944, celebrado por primera vez en esta capilla de la Divina Misericordia, el Padre J. Andrasz bendijo la nueva imagen del pincel de A. Hyla que presentaba a Jesús Misericordioso con una pradera y un matorral al fondo. En 1954 A. Hyla repintó el lienzo eliminando la pradera y el matorral, haciendo el fondo oscuro y pintando el suelo bajo los pies de Jesús.

La imagen de la Divina Misericordia del pincel de A. Hyla de la capilla de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia de Cracovia – Lagiewniki pronto se hizo famosa por las gracias allí otorgadas y sus reproducciones se divulgaron por el mundo entero. Así se cumplió el deseo del Señor Jesús expresado a Sor Faustina ya en la primera visión de la imagen en Plock: Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y en el mundo entero (ver Diario, 47).

Las formas de culto a la Divina Misericordia


Texto extraído del Diario de Santa Faustina “La Divina Misericordia en mi alma”


La Imagen de la Divina Misericordia.
La Coronilla a la Divina Misericordia
La Hora de la Misericordia
La Fiesta de la Misericordia. Novena de preparación.

“La paz esté con ustedes!...” (Jn. 20,19-29)

Imagen de Jesús Misericordioso
“Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria.”(Diario 48)

El 22 de febrero de 1931, Sor Faustina tuvo una visión del Señor Jesús, quien le dijo estas palabras:
“Pinta una Imagen según el modelo que vez, y firma: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en tu capilla y (luego) en el mundo entero. (Diario 47)

“Quiero que esta imagen… sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de resurrección …” (Diario 49)

El Señor Jesús, explicó: “El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…) Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la Cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos porque no le alcanzará la mano justa de Dios. (Diario 299)

Purifican el alma los sacramentos del Bautismo y de la penitencia, mientras que la alimenta plenamente la Eucaristía.

La imagen representa al Salvador resucitado que trae la paz a la humanidad por medio del perdón de los pecados, a precio de su Pasión y muerte en la Cruz.

A la imagen de Jesús Misericordioso se le da también el nombre de imagen de la Divina Misericordia. Es Justo porque la Misericordia de Dios hacia el hombre se reveló con mayor plenitud en el misterio pascual de Cristo.

La imagen no presenta solamente la Misericordia de Dios, sino que también es una señal que ha de recordar el deber del cristiano de confiar en Dios y amar activamente al prójimo. “Esta imagen ha de recordar las exigencias de Mi Misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil. (Diario 742)

“Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias. Por eso quiero, que cada alma tenga acceso a ella. (Diario, 570)

Palabras de Jesús a Sor Faustina: “Mi Misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero… Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la Cruz, por ti permití que mi Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido…
Hazme el favor, dame todas tus penas y toda tu miseria y Yo te colmaré de los tesoros de Mis gracias. (Diario 1485)

De la Introducción del Diario de Santa Faustina

El Diario que Sor Faustina escribió durante los últimos 4 años de su vida por un claro mandato del Señor Jesús, es una forma de memorial, en el que la autora registraba, al corriente y en retrospectiva, sobre todo los “encuentros” de su alma con Dios. Para sacar de estos apuntes la esencia de su misión, fue necesario un análisis científico. El mismo fue hecho por el conocido y destacado teólogo, Padre profesor Ignacy Rózycki. Su extenso análisis fue resumido en la disertación titulada “La Divina Misericordia. Líneas fundamentales de la devoción a la Divina Misericordia.”

La imagen de Jesús Misericordioso

El esbozo de la imagen le fue revelado a Sor Faustina en la visión del 22 de febrero de 1931 en su celda del convento de Plock. “Al anochecer, estando yo en mi celda – escribe en el Diario – ví al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. ( …) Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío (Diario 47). Quiero que esta imagen (…) sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia" (Diario, 49).

El contenido de la imagen se relaciona, pues, muy estrechamente con la liturgia de ese domingo. Ese día la Iglesia lee el Evangelio según San Juan sobre la aparición de Cristo resucitado en el Cenáculo y la institución del sacramento de la penitencia (Jn 20, 19-29). Así, la imagen presenta al Salvador resucitado que trae la paz a la humanidad por medio del perdón de los pecados, a precio de su Pasión y muerte en la cruz. Los rayos de la Sangre y del Agua que brotan del Corazón (invisible en la imagen) traspasado por la lanza y las señales de los clavos, evocan los acontecimientos del Viernes Santo (Jn 19, 17-18, 33-37). Así pues, la imagen de Jesús Misericordioso une en sí estos dos actos evangélicos que hablan con la mayor claridad del amor de Dios al hombre.

Los elementos más característicos de esta imagen de Cristo son los rayos. El Señor Jesús, preguntado por lo que significaban, explicó: “El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (….). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos(Diario, 299). Purifican el alma los sacramentos del bautismo y de la penitencia, mientras que la alimenta plenamente la Eucaristía. Entonces, ambos rayos significan los sacramentos y todas las gracias del Espíritu Santo cuyo símbolo bíblico es el agua y también la nueva alianza de Dios con el hombre contraída en la Sangre de Cristo.

A la imagen de Jesús Misericordioso se le da con frecuencia el nombre de imagen de la divina Misericordia. Es justo porque la Misericordia de Dios hacia el hombre se reveló con la mayor plenitud en el misterio pascual de Cristo.

La imagen no presenta solamente la Misericordia de dios, sino que también es una señal que ha de recordar el deber cristiano de confiar en Dios y amar activamente al prójimo. En la parte de abajo – según la voluntad de Cristo – figura la firma: “Jesús, en Ti confío”. “Esta imagen ha de recordar las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil” (Diario, 742).

Así comprendido el culto a la imagen, a saber, la actitud cristiana de confianza y misericordia, vinculó el Señor Jesús promesas especiales de: la salvación eterna, grandes progresos en el camino hacia la perfección cristiana, la gracia de una muerte feliz, y todas las demás gracias que le fueren pedidas con confianza. “Por medio de esta imagen colmare a las almas con muchas gracias. Por eso quiero, que cada alma tenga acceso a ella(Diario, 570).

La Crucifixión (Jn 19, 17-18; 33-37)
17 Jesús quedó en manos de los judíos y, cargado con la cruz, salió hacia el lugar llamado «la calavera», en hebreo «Gólgota», 18 donde lo crucificaron. Con él crucificaron a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.

33 Al llegar a Jesús y verlo muerto, no le quebraron las piernas; 34 pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al punto salió sangre y agua. 35 El que lo ha visto da testimonio de ello, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis. 36 Todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No le quebrarán hueso alguno. 37 Y también otra Escritura que dice: Verán al que traspasaron.

Aparición a los discúpulos reunidos (Jn 20,19-29)
19 En la tarde de aquel día, el primero de la semana, y estando los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos, llegó Jesús, se puso en medio y les dijo: «¡La paz esté con vosotros!». 20 Y les enseñó las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 21 Él repitió: «¡La paz esté con vosotros! Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros». 22 Después sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengáis, les serán retenidos». 24 Tomás, uno de los doce, a quien llamaban «el Mellizo», no estaba con ellos cuando llegó Jesús. 25 Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor». Él les dijo: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creo». 26 Ocho días después, estaban nuevamente allí dentro los discípulos, y Tomás con ellos. Jesús llegó, estando cerradas las puertas, se puso en medio y les dijo: «¡La paz esté con vosotros!». 27 Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo aquí y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». 28 Tomás contestó: «¡Señor mío y Dios mío!». 29 Jesús dijo: «Has creído porque has visto. Dichosos los que creen sin haber visto».