La Quinta Santa Ana: su cronología


por el Prof. Luis Quiterio Calvimonte


1574 Don Jerónimo Luis de Cabrera otorga a los primeros vecinos fundadores las tierras aledañas a la ciudad, incluye las tierras de la quinta.

1607 En el Testamento de Doña Ana de Cevallos, consta por primera vez, el patronazgo de Santa Ana, sobre la quinta y el oratorio familiar de la casa.

1699 A partir de esta época la Compañía de Jesús es dueña de la heredad. Es destinada para descanso de los estudiantes novicios y abastecimiento del internado del Colegio.

1767 Los jesuitas son expulsados por orden del Rey Carlos III de España. Toma posesión de sus bienes la Junta de Temporalidades.

1785 El Gobernador Intendente de Córdoba del Tucumán, Marqués de Sobremonte, la destina para hospital de aislamiento de enfermos de viruela.

1811 Las autoridades revolucionarias del Primer Gobierno Patrio, disponen la instalación de una fábrica de pólvora (hoy calles 9 de julio y Coronel Olmedo).

1853 La Quinta vuelve a ser propiedad del Colegio de Nuestra Señora de Monserrat.

1870 Se realiza en sus predios parte de la primera Exposición Nacional de Agricultura durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento.

1934 Erección Canónica de la Parroquia Maria Auxiliadora, a cargo de los Salesianos, cuya jurisdicción parroquial abarca parte de lo que fue la quinta Santa Ana.

1953 Las ruinas del histórico solar jesuítico, son declaradas Monumento Histórico Nacional por decreto Nº 20111 del 23 de noviembre de 1953.

1987 El Distrito Centro del Servicio Nacional de Arquitectura pone fin a los trabajos de puesta en valor del conjunto, dando forma de capilla a lo que había sido el viejo refectorio o comedor.

1992 La Capilla es bendecida bajo la advocación de Santa Ana, en las fiesta patronales.

2007 Celebración del IVº Centenario del Patronazgo de Santa Ana, en la Quinta y Capilla, en la ciudad de Córdoba.

1 comentario:

  1. Anónimo29/11/12

    Mi querido Abuelo cuantas cosas buenas nos dejaste con tu fe inquebrantable, tu dedicacion y paciencia. Que Dios te tenga en su gloria.

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