Diario de Santa Faustina 270-308

270      (121) Un consejo del Rev. Sopocko.

            Sin humildad no podemos agradar a Dios.  Ejercítate en el tercer grado de la humildad, es decir no solamente no recurras a explicaciones y justificaciones cuando te reprochen algo, sino que alégrate de la humillación.

            Si las cosas de las que me hablas, proceden verdaderamente de Dios, entonces prepara tu alma a grandes sufrimientos.  Encontrarás desaprobaciones y persecuciones.  Te van a mirar como a una histérica, una extravagante, pero Dios no escatimará su gracia.  Las verdaderas obras de Dios siempre enfrentan dificultades y se caracterizan por el sufrimiento.  Si Dios quiere realizar algo, tarde o temprano, lo realizará, lo realizará a pesar de las dificultades y tú, mientras tanto, ármate de gran paciencia.

271      Cuando el Rev. Sopocko fue a la Tierra Santa, confesaba a la Comunidad el Padre jesuita, Dabrowski [127].  Durante una confesión me preguntó si estaba consciente de la vida superior que había en mi alma y que era de un grado sumamente alto.  Contesté que estaba consciente de ello y de lo que sucedía en mi interior.  A esto el Padre me contestó:  No le está permitido, hermana, destruirlo en su alma ni [puede] modificar nada por sí misma.  No en todas las almas es evidente esta gran felicidad de la vida superior, en usted, hermana, es visible, porque es de un grado altísimo.  Tenga cuidado, hermana, de no malgastar estas grandísimas gracias de Dios, grande por su [la frase interrumpida].

272      Antes, sin embargo, este Padre me había expuesto a muchas pruebas.  Y cuando le dije que el Señor quería de mí aquellas cosas [128], se burló de mí y me hizo venir a confesarme a las ocho de la noche.  Y cuando fui a las ocho, el hermano estaba cerrando ya la iglesia.  Y cuando le dije que informara al Padre que yo había venido (122) y que había sido el Padre que me había dicho venir a esa hora, el buen frailecito fue y advirtió al Padre.  El Padre le ordenó decirme que a esa hora los Padres no confesaban.  Y volví a casa con nada y no me confesé más con él, pero hice por él una hora de adoración y ciertas mortificaciones, para impetrarle la luz de Dios para que pudiera entender las almas.  Pues, cuando el Rev. Sopocko salía y él lo sustituía, me vi. obligada a confesarme con él.  Sin embargo, si bien antes no quería reconocerlas, ahora me obliga a una gran fidelidad a estas inspiraciones interiores.  A veces Dios permite que sucedan esas cosas, pero sea adorado en todo.  Pero es necesaria, sin embargo, una gran gracia para no vacilar.

273      Ejercicios espirituales anuales 10 I 1934.

            Oh Jesús mío, se acerca nuevamente el momento en que me quedaré Contigo a solas.  Oh Jesús, Te ruego con todo mi corazón, permíteme conocer lo que no Te agrada en mí y al mismo tiempo dame a conocer lo que tengo que hacer para agradarte más.  No me niegues esta gracia y quédate conmigo.  Yo sé que sin Ti, oh Señor, mis esfuerzos valen poco.  Oh, cuánto me alegro de Tu grandeza, oh Señor.  Cuanto más Te conozco, tanto mas ardientemente Te deseo y anhelo.

274      Jesús me concedió el conocimiento de mi misma.  En esta luz de Dios veo mi defecto principal, es la soberbia, su característica el cerrarme en mi misma, la falta de sencillez en las relaciones con la Madre Superiora [129].

            La segunda iluminación, respecto al hablar.  A veces hablo demasiado.  Para un asunto que podría ser solucionado con dos o tres palabras, yo empleo demasiado tiempo.  Mientras tanto Jesús desea que ese tiempo yo lo emplee para pequeñas plegarias con indulgencias por las almas del Purgatorio.  Y me dice el Señor que cada palabra será pesada el Día del Juicio.

            (123) La tercera iluminación, respecto a nuestra regla.  Evito poco las ocasiones que llevan a infringir la regla y especialmente en lo que concierne al silencio.  Me comportaré como si la regla hubiera sido escrita solamente para mí y no es asunto mío ver cómo se comportan los demás, con tal que yo me comporte como Dios desea.
            Propósito.  Cualquier cosa que Jesús desee de mi y que se refiera a cosas exteriores, ir en seguida a decirlo a las Superioras; en el trato con la Superiora procuraré ser abierta y sincera como un niño.

275      Jesús ama a las almas escondidas.  Una flor escondida es la que mas perfume tiene dentro de sí.  Buscar un retiro para el Corazón de Jesús en mi propio interior.  En los momentos difíciles y dolorosos Te entono, oh Creador, un himno de la confianza, porque el abismo de mi confianza hacia Ti, hacia Tu misericordia, es inconmensurable.

276      Desde el momento en que empecé a amar el sufrimiento, este mismo dejó de ser sufrimiento para mí.  El sufrimiento es el alimento continuo de mi alma.

277            No hablaré con cierta persona, porque sé que a Jesús esto no le agrada y ella no saca de eso ningún provecho.

278            A los pies del Señor, Oh Jesús escondido, Amor eterno, Vida nuestra, Divino Insensato que Te has olvidado de Ti Mismo y nos ves solamente a nosotros.  Aún antes de crear el cielo y la tierra, nos llevabas en Tu Corazón.  Oh Amor, oh abismo de Tu humillación, oh misterio de felicidad, ¿por qué es tan pequeño el numero de los que Te conocen?  ¿Por qué no encuentras reciprocidad?  Oh Amor Divino, ¿por qué ocultas Tu belleza?  Oh Inconcebible e Infinito, cuanto más Te conozco Te comprendo menos; pero como no alcanzo a comprenderte, comprendo más Tu grandeza.  No envidio el fuego a los serafines, porque en mi corazón tengo depositado un don mayor.  (124) Ellos Te admiran en éxtasis, pero Tu Sangre se une a la mía.  El amor, es el cielo que nos está dado ya aquí en la tierra.  Oh, ¿por qué Te escondes detrás de la fe?  El amor rasga el velo.  No hay velo delante de los ojos de mi alma, porque Tu Mismo me has atraído desde la eternidad al seno de un amor misterioso.  Oh indivisible Trinidad, único Dios, a Ti honor y gloria por todos los siglos.

279      Dios me dio a conocer en qué consiste el verdadero amor y me concedió la luz cómo demostrárselo en la práctica.  El verdadero amor a Dios consiste en cumplir la voluntad de Dios.  Para demostrar a Dios el amor en la práctica, es necesario que todas nuestras acciones, aun las más pequeñas, deriven del amor hacia Dios.  Y me dijo el Señor:  Niña Mía, mas que nada Me agradas a través del sufrimiento.  En tus sufrimientos físicos, y también morales, hija Mía, no busques compasión de las criaturas.  Deseo que la fragancia de tus sufrimientos sea pura, sin ninguna mezcla.  Exijo que te distancies no solamente de las criaturas, sino también de ti misma.  Hija Mía, quiero deleitarme con el amor de tu corazón:  amor puro, virginal, intacto, sin ninguna sombra.  Hija Mía, cuanto más amaras el sufrimiento, tanto mas puro será tu amor hacia Mí.

280      Jesús me ordena celebrar la Fiesta de la Divina Misericordia el primer domingo después de la Pascua de Resurrección por el recogimiento interior y por mortificación exterior.  Durante tres horas llevé un cinturón [de hierro], orando incesantemente por los pecadores y para obtener misericordia para el mundo entero; y Jesús me dijo:  Hoy Mi mirada se posa con complacencia sobre esta casa.

281      Siento muy bien que mi misión no terminara con mi muerte, sino que empezará.  Oh almas que dudan, les descorreré las cortinas del cielo para convencerlas de la bondad de Dios, para que ya no hirieran más el Dulcísimo Corazón de Jesús con desconfianza.  Dios es Amor y Misericordia.

282      (125) Una vez el Señor me dijo:  Mi Corazón ha sido conmovido por una gran compasión hacia ti, hija Mía queridísima, cuando te he visto hecha pedazos por el gran dolor que sufrías mientras deplorabas tus pecados.  Yo veo tu amor tan puro y sincero que te doy la prioridad entre las vírgenes, tú eres el honor y la gloria de Mi Pasión.  Veo cada humillación de tu alma y nada se escapa a Mi atención; elevo a los humildes hasta Mi trono, porque así es Mi voluntad.

283            Oh Dios único en la Santísima Trinidad, deseo amarte como hasta ahora ninguna alma humana Te ha amado; y aunque soy particularmente mísera y pequeñita, no obstante arrojé muy profundamente el ancla de mi confianza en el abismo de Tu misericordia, oh Dios y Creador mío.  A pesar de mi gran miseria no tengo miedo de nada, sino que espero cantar eternamente el himno de la gloria.  Que no dude alma ninguna mientras viva, aunque sea la mas miserable, cada una puede ser una gran santa, porque es grande el poder de la gracia de Dios.  De nosotros depende solamente no oponernos a la actuación de Dios.

284            Oh Jesús, ojala pudiera transformarme en una neblina delante de Ti para cubrir la tierra con el fin de que Tu santa mirada no vea los terribles crímenes.  Oh Jesús, cuando miro el mundo y su indiferencia frente a Ti, siempre me vienen lágrimas a los ojos, pero cuando miro un alma consagrada que es tibia, entonces mi corazón sangra.

285            1934.  Una vez vine a mi celda y estaba tan cansada que antes de comenzar a desvestirme tuve que descansar un momento, y cuando estaba desvestida, una de las hermanas me pidió que le trajera un vaso de agua caliente.  A pesar del cansancio, me vestí rápidamente y le traje el agua que (126) deseaba, aunque de la cocina a la celda había un buen trecho de camino y el barro llegaba a los tobillos.  Al entrar en mi celda vi. un copón con el Santísimo Sacramento y oí esta voz:  Toma este copón y llévalo al tabernáculo.   En un primer momento vacilé, pero me acerqué y cuando toqué el copón, oí estas palabras:  Con el mismo amor con que te acercas a Mi, acércate a cada una de las hermanas y todo lo que haces a ellas Me lo haces a Mi.  Después de un momento me di cuenta de que estaba sola.

286            +  Una vez, cuando se hacia la adoración por nuestra patria, un dolor estrechó mi alma y empecé a orar de modo siguiente:  Jesús Misericordiosísimo, Te pido por la intercesión de Tus Santos y, especialmente, por la intercesión de Tu Amadísima Madre, que Te crió desde la niñez, Te ruego bendigas a mi patria.  Jesús, no mires nuestros pecados, sino las lagrimas de los niños pequeños, el hambre y el frío que sufren.  Jesús, en nombre de estos inocentes, concédeme la gracia que Te pido para mi patria.  En aquel instante vi. al Señor Jesús con los ojos llenos de lagrimas y me dijo:  Ves, hija Mía, cuánta compasión les tengo; debes saber que son ellos los que sostienen el mundo.

287            + Oh Jesús mío, cuando observo la vida de las almas, veo que muchas Te sirven con cierta desconfianza.  Y en ciertos momentos, especialmente cuando hay ocasión para demostrar el amor hacia Dios, justo entonces veo cómo estas almas huyen del campo de batalla.  Entonces me dijo Jesús:  ¿Tu también, hija Mía, quieres comportarte así?  Le contesté al Señor:  Oh no, Jesús mío, no me retiraré del campo de batalla, aunque el sudor de la muerte bañe mi frente, no dejaré caer de la mano la espada, hasta que no descanse a los pies de la Santísima Trinidad.  Para cualquier cosa que hago, no cuento con mis propias fuerzas, sino con la gracia de Dios.  Con la gracia de Dios el alma puede superar victoriosamente las más grandes dificultades.

288            (127)  + Una vez, hablé con Jesús mucho tiempo de nuestras alumnas y animada por su bondad le pregunté si también entre nuestras alumnas tenia almas que eran un consuelo para su Corazón.  Y el Señor me contestó que las tenia, pero su amor es débil, por eso las confío a tu cuidado especial; ruega por ellas.

Oh Dios Inmenso, admiro Tu bondad.  Tú eres el Señor de las huestes celestiales  y Te humillas de ese modo hacia una miserable criatura.  Oh, con que ardor deseo amarte con cada latido de mi corazón.  No me basta toda la superficie de la tierra, el cielo es demasiado pequeño y el espacio celeste es nada.  Únicamente Tu solo me bastas, Dios Eterno.  Sólo Tú puedes llenar la profundidad de mi alma.

289            Los momentos más felices para mi son aquellos cuando me quedo a solas con mi Señor.  En aquellos momentos conozco la grandeza de Dios y mi propia miseria.

Una vez Jesús me dijo:  No te extrañes si a veces sospechan de ti injustamente.  Yo por amor a ti, fui el primero en beber este cáliz de sufrimientos injustos.

290            Un día, cuando estaba muy conmovida por la eternidad y sus misterios, mi alma empezó a tener miedo y después de reflexionar un momento mas, empezaron a atormentarme varias dudas.  Entonces Jesús me dijo:  Niña Mía, no tengas miedo de la casa de tu Padre.  Deja a los sabios de este mundo las investigaciones inútiles.  Yo quiero verte siempre como una niña pequeña.  Pregúntale todo con sencillez a tu confesor y Yo te contestaré por su boca.

291            En cierta ocasión conocí a una persona que pensaba cometer un pecado grave.  Pedí al Señor que me enviara los peores tormentos, para que aquella alma fuera preservada.  (128)  De repente sentí en la cabeza el atroz dolor de la corona de espinas.  Eso duró bastante tiempo, pero aquella persona permaneció en la gracia de Dios.  Oh Jesús, que fácil es santificarse; es necesario solamente un poco de buena voluntad.  Si Jesús descubre en el alma ese poquito de buena voluntad, entonces se apresura a entregarse al alma y nada puede detenerlo, ni los errores, ni las caídas, nada en lo absoluto.  Jesús tiene prisa por ayudar a esa alma, y si el alma es fiel a esta gracia de Dios, entonces en muy poco tiempo puede llegar a la máxima santidad a la que una criatura puede llegar aquí en la tierra.  Dios es muy generoso y no rehúsa a nadie su gracia, da más de lo que nosotros le pedimos.  La fidelidad en el cumplimiento de las inspiraciones del Espíritu Santo es el camino mas corto.

292            + Cuando un alma ama sinceramente a Dios, no debe tener nada en su vida espiritual.  Que se someta a la influencia de la gracia y que no ponga límites a la unión con el Señor.

293             + Cuando Jesús me fascinó con su belleza y me atrajo a si, entonces vi. lo que no le agradaba en mi alma y decidí eliminarlo a toda costa y con la ayuda de la gracia lo eliminé en seguida.  Esta generosidad le agrado al Señor y desde aquel momento Dios empezó a concederme gracias superiores.  No hago ningunos razonamientos en la vida interior, no analizo nada por cuales caminos me lleva el Espíritu Divino; me basta saber que soy amada y que yo amo.  El amor puro me permite conocer a Dios y comprender muchos misterios.  El confesor es para mí un oráculo, su palabra es sacrosanta para mí, estoy hablando del director espiritual [130].

294            + Una vez el Señor me dijo:  Compórtate como un mendigo que cuando recibe una limosna grande no la rehúsa, sino que mas bien agradece con mas cordialidad; y tu también, si te concedo unas gracias mas grandes, no las rehúses diciendo que eres indigna.  Yo lo sé; pero tu mas bien alégrate y goza, y toma tantos (129) tesoros de Mi Corazón cuantos puedes llevar, ya que haciendo así Me agradas mas.  Te diré algo más: no tomes estas gracias solamente para ti, sino también para el prójimo, es decir invita a las almas con las cuales estás en contacto a confiar en Mi misericordia infinita.  Oh cuanto amo a las almas que se Me han confiado totalmente, haré todo por ellas.

295            + En ese momento Jesús me preguntó:  Niña Mía, ¿cómo van tus ejercicios espirituales?  Contesté:  Jesús, Tu bien sabes como me van.  Si, lo sé, pero quiero oírlo [de] tu boca y [de] tu corazón.  Oh mi Maestro, cuando Tu me guías todo me va con facilidad y Te ruego, Señor, no Te alejes nunca de mi.  Y me dijo Jesús: Sí, estaré siempre junto a ti si eres siempre una niña pequeña y no tengas miedo de nada; como he sido aquí tu principio, así seré también tu fin.  No cuentes con ninguna criatura, ni siquiera en la cosa más pequeña, ya que esto no Me agrada.  Yo quiero estar en tu alma solo.  Fortificaré tu alma y te daré luz, y conocerás por la boca de Mi sustituto que Yo estoy en ti, y la inquietud se desvanecerá como una niebla ante los rayos del sol.

296            + Oh Bien Supremo, deseo amarte como hasta ahora nadie Te ha amado en la tierra.  Deseo adorarte con cada momento de mi vida y unir estrechamente mi voluntad a Tu santa voluntad.  Mi vida no es monótona ni gris, sino variada como un jardín de flores perfumadas, donde no sé que flor recoger primero; el lirio del sufrimiento o la rosa del amor del prójimo o la violeta de la humildad.  No voy a enumerar estos tesoros que cada día tengo en abundancia.  Es una gran cosa saber aprovechar el momento presente.

297            + Oh Jesús, Luz Suprema, haz que yo me conozca y penetra con Tu luz mi alma oscura, y llena de Ti el abismo de mi alma, ya que solamente Tu […..].

298            Oh Jesús mío, Vida, Camino y Verdad, Te ruego, tenme cerca de Ti, como la madre estrecha al seno a su niño pequeño, ya que yo no soy solamente una niña incapaz, sino un cúmulo de miseria y de nulidad.

299            (130) + Un secreto del alma.                                                                                               Vilna 1934

Una vez, cuando el confesor me mandó preguntar al Señor Jesús por el significado de los dos rayos que están en esta imagen [113]; contesté que sí, que se lo preguntaría al Señor.

Durante la oración oí interiormente estas palabras:  Los dos rayos significan la Sangre y el Agua.  El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas.  El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas ……………………………….

Ambos rayos brotaron de las entrañas mas profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.

Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre.  Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzara la justa mano de Dios.  Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia.

300            + Pide a Mi siervo fiel [132] que en aquel día hable al mundo entero de esta gran misericordia Mía; que quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas.

+ La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia.

+ Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma.  Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad.  También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad.

Mi Corazón se alegra de este titulo de misericordia.

301            Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios.  Todas las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia.

302            (131) + Oh Amor Eterno, deseo que Te conozcan todas las almas que has creado.  Desearía hacerme sacerdote, para hablar incesantemente de Tu misericordia a las almas pecadoras, hundidas en la desesperación.  Desearía ser misionero y llevar la luz de la fe a los países salvajes para darte a conocer a las almas y morir en el martirio, sacrificada por ellas como Tu has muerto por mi y por ellas.  Oh Jesús, sé perfectamente que puedo ser sacerdote, misionero y predicador, puedo morir en el martirio anonadándome totalmente y negándome a mi misma por el amor hacia Ti, Jesús, y hacia las almas inmortales.  Un gran amor sabe transformar las cosas pequeñas en cosas grandes y solamente el amor da valor a nuestras acciones; y cuánto mas puro se hace nuestro amor, tanto menos tendrá por destruir en nosotros el fuego del sufrimiento, y el sufrimiento dejará de serlo para nosotros.  Se convertirá en un gozo.  Con la gracia de Dios he recibido ahora esta disposición del corazón, de que nunca estoy tan feliz como cuando sufro por Jesús, al que amo con cada latido del corazón.

303            Una vez, cuando tenia un gran sufrimiento, dejé mi trabajo para correr a Jesús y pedirle que me ayudara.  Después de una corta plegaria volvi  al trabajo llena de entusiasmo y alegria.  En ese momento una hermana me dijo:  Sin duda, hermana, usted tiene hoy muchas consolaciones, dado que está tan radiante.  Dios seguramente no le da ningun sufrimiento, sino exclusivamente consolaciones.  Contesté:  Usted, hermana, está equivocada, ya que justamente cuando sufro mucho, mi gozo es mayor, mientras que cuando sufro poco, tambien mi gozo es mas pequeño.  Pero aquella alma me daba a entender que no me comprendia.  Traté de explicarselo:  Cuando sufrimos mucho, tenemos una gran oportunidad de demostrarle a Dios que lo amamos, mientras cuando sufrimos poco, tenemos poca posibilidad de demostrar a Dios nuestro amor y cuando no sufrimos nada, entonces nuestro amor no es grande ni puro.  Con la gracia de Dios podemos llegal [al punto] en que el sufrimiento se transformará para nosotros en gozo, puesto que el amor sabe hacer tales cosas en las almas puras.

304            (132) + Oh Jesús mío, mi única esperanza, Te agradezco este gran libro que has abierto delante de los ojos de mi alma.  Este gran libro es Tu Pasión afrontada por amor hacia mí.  De este libro he aprendido cómo amar a Dios y a las almas.  En él están encerrados inagotables tesoros para nosotros.  Oh Jesús, que pocas son las almas que Te entienden en Tu martirio de amor.  Oh, que grande es el fuego del amor purísimo que arde en Tu Sacratísimo Corazón.  Feliz el alma que ha entendido el amor del Corazón de Jesús.

305            Mi mayor deseo es que las almas Te conozcan, que sepan que eres su eterna felicidad, que crean en Tu bondad y que alaben Tu infinita misericordia.

306            He rogado a Dios que me conceda la gracia de que mi naturaleza sea fuerte y resistente a las influencias que a veces quieren distraerme del espíritu de la regla y de las pequeñas normas, ya que éstas son como pequeñas polillas que quieren destruir en nosotros la vida interior y sin duda la destruirán, si el alma es consciente de estas pequeñas transgresiones y a pesar de eso, las toma a la ligera como cosas de poco importancia.  En una orden religiosa yo no veo nada de poca importancia.  No me importa que a veces me expongo a disgustos e ironías, lo importante es que mi espíritu esté en buena armonía con el espíritu de las reglas, de los votos y de las normas religiosas.

Oh Jesús mío, deleite de mi corazón, Tu conoces mis deseos.  Quisiera esconderme a los ojos humanos, viviendo de modo como si no viviera.  Quiero vivir pura como una flor de campo; quiero que mi amor esté dirigido siempre hacia Ti, como la flor que gira siempre hacia el sol.  Deseo que el perfume y la frescura de la flor de mi corazón estén siempre guardados exclusivamente para Ti.  Quiero vivir bajo Tu mirada divina, ya que Tu solo me bastas.  Cuando estoy Contigo, oh Jesús, no tengo miedo de nada, porque nada puede dañarme.

307            (133) + 1934.  Una vez, durante la Cuaresma, encima de nuestra capilla y de nuestra casa, vi. una gran claridad y una gran oscuridad.  Vi la lucha de estas dos potencias…..


308      1934.  Jueves Santo.  Jesús me dijo:  Deseo que te ofrezcas como victima por los pecadores y, especialmente, por las almas que han perdido la esperanza en la Divina Misericordia.

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