Diario de Santa Faustina 218-228



(102)                                                                                                                                                                                                          Cracovia 21 IV 1933

+ A la mayor gloria de Dios.

Ejercicios espirituales de ocho dias antes de los votos perpetuos.

218 Hoy empiezo los ejercicios espirituales.  Jesús, Maestro mio, guiame, dispon de mi según Tu voluntad, purifica mi amor para que sea digna de Ti, haz de mi lo que desea Tu misericordiosisimo Corazon.  Jesús, en estos dias estaremos a solas, hasta el momento de nuestra union; mantenme, Jesús, en el recogimiento del espiritu.

219 Por la noche el Señor me dijo:  Hija Mia, que nada te asuste ni te perturbe, mantén una profunda tranquilidad, todo está en Mis manos, te haré entender todo por la boca del Padre Andrasz.  Sé como una niña frente a él.

Un momento delante del Santisimo Sacramento.

220 Oh Señor y mi eterno Creador, ¿cómo podré agradecerte por esta gran gracia de que Te dignaste elegirme a mi, miserable, como Tu esposa y me unes a Ti con un vinculo eterno?  Amabilisimo tesoro de mi corazon, Te ofrezco todos los actos de adoración y de de agradecimiento de las almas santas, de los coros angelicos y me uno especialmente a Tu Madre, Oh Maria, Madre mia, Te ruego humildemente, cubre mi alma con Tu manto virginal en este momento tan importante de mi vida, para que asi, me haga mas agradable a Tu Hijo y pueda glorificar dignamente la misericordia de Tu Hijo delante del mundo entero y durante toda la eternidad.

221      (103)  Hoy no pude entender la meditacion,.  Mi espiritu estaba admirablemente sumergido en Dios.  No pude forzarme a pensar en lo que el Padre decia durante los ejercicios espirituales.  A menudo no está en mi poder pensar según determinados esquemas, mi espiritu esta con el Señor y tal es mi meditacion.

222            Algunas palabras de mi conferencia con la Madre Maestra Maria Josefa.  Me aclaró muchas cosas y me tranquilizó respecto a la vida interior, [diciendo] que estoy en el buen camino.  Le agradeci al Señor Jesús por esta gran gracia, ya que ella era la primera entre las Superioras que no me engendraba dudas en este aspecto.  Oh, cuán infinitamente bueno es Dios.

223            Oh Hostia Viva, mi unica Fortaleza, Fuente de Amor y de Misericordia, abrazo al mundo entero, fortifica a las almas debiles.  Oh, bendito sea el instante y el momento en que Jesús [nos] dejó su misericordiosisimo Corazon.

224            Sufrir sin quejarse, consolar a los demas y ahorar sus propios sufrimientos en el Sacratisimo Corazon de Jesús.  Todos los momentos libres de los deberes los pasaré a los pies del Santisimo Sacramento.  A los pies del Señor buscaré luz, consuelo y fuerza.  Incesantemente mostraré el agradecimiento a Dios por la gran misericordia hacia mi, sin olvidarme jamas de los beneficios [que] me ofrecio y especialmente la gracia de la vocacion.

Me esconderé entre las hermanas como una violeta pequeña entre las azucenas.  Deseo florecer para mi Creador y Señor, olvidarme de mi misma, anonadarme completamente a favor de las almas inmortales es un deleita para mi.

225      (104) + Algunos de mis propositos.

            En lo que concierne a la confesion, elegiré lo que mas me humilla y cuesta.  A veces una pequeñez cuesta mas que algo mas grande.  Antes de cada confesion recordare la Pasion del Señor Jesús y con esto despertaré la contrición del corazon.  Si es posible, con la gracia de Dios, ejercitarse siempre en el dolor perfecto.  A esta contrición le dedicaré mas tiempo.  Antes de acercarme a la rejilla, entraré en el Corazon abierto y misericordiosisimo del Salvador.  Cuando me aleje de la rejilla, despertaré en mi alma una gran gratitud hacia la Santisima Trinidad por este extraordinario e inconcebible milagro de la misericordia que se produce en el alma; y cuanto mas miserable es mi alma, tanto mejor siento que el mar de la misericordia de Dios me absorbe y me da una enorme fuerza y fortaleza.

226      Las reglas que desobedezco con mas frecuencia:  a veces interrumpo el silencio, no obedezco el llamado de la campanilla, a veces me meto en los deberes de los demas; haré los maximos esfuerzos para corregirme.

            Evitar a las hermanas que murmuran y si no es posible evitarlas, por lo menos callar en presencia de ellas, dando a entender lo penoso que es para nosotras escuchar cosas similares.

No hacer caso a las consideraciones humanas, sino que tener en cuenta mi propia conciencia, el  testimonio que me da.  Tener a Dios como testigo de todas las obras.  Comportarme ahora y resolver cada asunto mio de tal modo como quisiera solucionarly y comportarme en el momento de la muerto.  Por eso en cada asunto siempre tener presente a Dios.

            Evitar los supuestos permisos [112].  Relatar a las Superioras aun las cosas pequeñas, si es posible detalladamente.  Fidelidad en las practicas de piedad; no pedir con facilidad excepciones de las practicas de piedad; callar, excepto durante el recreo; evitar bromas y palabras chistosas que hacen reir a los demas y rompen el silencio; valorar enormemente (105) las mas pequeñas prescripciones; no dejarse llevar por el frenesi del trabajp; interrumpir un momento para mirar hacia el cielo; hablar poco con la gente, pero mucho con Dios; evitar la familiaridad; fijarse poco en quien está conmigo y quien está en contra; no compartir con otros lo que he tenido que soportar; evitar de comunicarse en voz alta durante el trabajo; en los sufrimientos conservar la serenidad y el equilibrio; en los momentos difíciles recurrir a las llagas de Jesús, en las llegas de Jesús buscar consuelo, alivio, luz y fuerza.

227            + El las pruebas trataré de ver la amorosa mano de Dios.  No hay nada tan constante como el sufrimiento; él siempre hace fielmente compañía al alma.  Oh Jesús, en el amor hacia Ti no me dejaré superar por nadie.

228      +  Oh Jesús, escondido en el Santísimo sacramento, ves que hoy salgo del noviciado [113], haciendo los votos perpetuos.  Jesús, Tu conoces mi debilidad y mi pequeñez, por lo tanto desde hoy de modo mas particular paso a tu noviciado.  Sigo siendo novicia, pero novicia Tuya, Jesús, y Tu serás mi Maestro hasta el último día.  Todos los días vendré a Tus pies a tomar lecciones.  No emprenderé sola la mas pequeña cosa sin consultarte antes, como a mi Maestro, Oh Jesús, estoy tan contenta de que Tu Mismo me hayas atraído y recibido en tu noviciado, es decir en el Tabernáculo.  Pronunciando los votos perpetuos no me vuelvo en absoluto una religiosa perfecta no, no.  Sigo siendo una pequeña y débil novicia de Jesús y trataré de alcanzar la perfección como en los primeros días del noviciado, procurando tener la disposición del alma que tenia en el primer día, en que se abrió para mi la puerta del convento. 

Con la confianza y la sencillez de un niño pequeño, me entrego a Ti, Señor Jesús, mi Maestro; Te dejo una libertad absoluta de guiar mi alma.  Guíame por los caminos que Tu quieras; no voy a averiguarlos.  Te seguiré confiada.  Tu Corazón misericordioso lo puede todo.


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